Standing on the shoulder of giants
Estos últimos dos meses -diciembre y enero -y parte de febrero han sido fuera de serie. Sui generis diría mi hermosita, y es que a veces cuando crees que ya nadie, ji, cree en ti es cuando alguien de allá arriba (no menciono nombres para no herir susceptibilidades) sin duda divino, te manda una señal y ¡zas! caes en la cuenta de que siempre hay alguien que te saque del hoyo. Raramente, eso lo decía yo: siempre hay algo -o alguien -que te salva. Quebró mi esquema de vida, y no saben cuánto se lo agradezco.
C'ya!
C'ya!
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