Soledad

A mis tareas personales -o sea, de superación personal -se ha añadido una nueva: no decir groserías, ni escribirlas, bueh, a menos que sea necesario. No crean que es algo por mi cuenta, no, es por una motivación externa: a Preciosa le molesta. Y si a Preciosa le molesta que ponga o diga groserías, es porque es malo. Vaya, no malo. It's disgusting.

Bien. El día de hoy se define como estresante. Hay días de mucho trabajo, hay días sin mucho trabajo. El de hoy fue estresante. Y ahora estoy solo en mi oficina, escuchando un radio-televisión que me saqué hace dos años en la rifa de la empresa, de esas que hacen los fines de año. Y bueno, disfruto mi soledad a veces. La cosa es que ya me acostumbré a ella, a veces me hace falta meditar. A veces camino por el parque, ya sea por necesidad ya que a veces el bendito carro no funciona. Miro a las nubes, quiero encontrarles forma, pero mi imaginación no da para más. Hoy le pegué a 3 números en el melate. Otros tres al chispazo. En mi soledad, me la paso repasando los posibles números que van a caer el siguiente domingo, el marcador del próximo partido de mi equipo, cómo se verá Jessica Alba en topless o en cómo inventar una excusa para no pararme el domingo.

Hace tiempo que estoy solo, o sea, vivo solo. Soy un hombre invisible, con aparatos como mis fieles compañeros de casa. Un refri de esos de soltero que, por lo regular, miden como 1.50 de alto, un fido de 21" al que no se le ven bien los colores, un dvd al que hay que pegarle para que se vean las pelis, una compu sin tapa lateral con dvd-rw, 768 mb de RAM, cd-rom, tarjeta GForce, tarjeta audigy y 2.2 GHz de velocidad. A eso agreguenle un catre roñoso y una pequeña pero decente salita. Ah, y un órgano, y no me refiero a ese que se tallan, cochin@s .

Me la paso divagando, cuando algo o alguien no me interesa, por lo regular le doy el avión. Como Homero Simpson cuando hablaba con Flanders y su cerebro lo abandonó. Así, me la paso pensando en cuestiones cuasi-metafísicas, si lloverá, si hay moscos en el cuarto, si el siguiente día cambiará para bien mi suerte o bien, mejorará mi vida un poco. A este sentido, Preciosa le dió un nuevo giro a mi vida: le dió motivación. Bueh, eso no quiere decir que haya mejorado en lo material o monetario mi vida, pero espiritualmente le dió un nuevo rumbo. Me siento con la necesidad de terminar lo que he empezado, cosa que, en otras circunstancias, jamás he hecho.

Hago ejercicio, el ejercicio es la neta. Antes iba al gym, hacía puro cardio debo decir, y la verdad es que gordo no soy, pero si tengo 4 o 5 kilos de más, digamos que soy un mexicano estándar. O bueno, no. No me gustan las cosas tan grasosas. Falso xodido. Me encanta el chicharrón y las carnitas, los burritos y las hamburguesas, las pizzas y los hot dogs. Sin embargo, rara vez las engullo. A veces siento maguyado mi ego cuando veo a Brad Pitt en películas como Fight Club o The curious case of Benjamin Button. Digo, el güey da envidia. Ese y el Robbie Williams. Son mis fetiches. Quiero ser como ese par de... tontines... argh... Qué feo es reprimirse... Libertad de expresión es lo que hace falta... Necesito agua, mi garganta está seca.

Bien, en un día como hoy, donde hay tanta indiferencia -ayer no vine a trabajar, y pareciera que nadie me extrañó -me siento tan identificado. Puras presiones. Puros reclamos. Y yo, tan indiferente. Es un día de hombres invisibles. Los hombres invisibles no le tememos a las reprimendas. Ni a la soledad. Ya no le temo. Eso si, no me agrada, pero ya no me da miedo estar solo. Antes si. Y es por eso que le agradezco a Preciosa. Es mi imágen sagrada, mi diosa, mi veneración. Sin ella, esto estaría más xodido. Y no es que esté xodido. Ha cambiado ese estatus. Ahora está difícil. Un poquito arriba de mal y abajito de maso. Ya me voy, es tarde y no traigo auto. Voy a caminar a mi casa. Necesito despejarme. Pensar en... pensar.

Sirena vuelve al mar, varada por la realidad...